miércoles, 15 de abril de 2009

De una sonrisa a otra

Avísame si sales a la calle. Si decides que solo con existir es suficiente para salir gritando por los parques. Y por las avenidas. Si esta mañana eres el emblema y bandera de su rostro... De su rostro. En esos días que eres inquebrantable. Cuando nada ni grave, ni malo, ni atroz consiga hacerte creer que los males son infinitos. Y sigas en la cara. Avísame. Avísame que quiero salir en esta cara sin motivo y chillar al mundo por las avenidas. Y los parques. Avísame si sales y ves que estoy durmiendo.

Avísame los días tan oscuros que parecen noches infinitas. Los días que se cierran las persianas y en lugar de existir eres sólo el frío sostén de un cigarrillo. Avísame si estás perdida en humo, que tras la niebla yo sabré encontrarte, aunque sea con tretas y con mapas ajados que una vez sirvieron. Iré aunque sea dando golpes de ciego o entre el laberinto de la tristeza armado sólo con el ovillo de lana de mis tres recuerdos. Avísame o no porque aunque no lo hagas yo estaré mirando los labios, las mejillas esperando paciente a que regreses.

Avísame si llegas de improviso y te vas y regresas y te vuelves a marchar con la promesa de un regreso temprano.

Avísame cuando eres la mueca dulce de quien duerme y sueña que trataré de colarme por tus sueños y ganarme un trocito, un parcela, donde instalar mi reino... Que no defenderé.

Avísame cuando te creas muerta que iré a desmoronarte las certezas.

Avísame siempre que yo te ando buscando y esperando. Que yo estoy porque vives.

Me despido muriendo para convertirme en beso.

frd. tu sonrisa admiradora.

1 comentario:

Ester dijo...

Me encanta la frase de...yo estoy porque vives.en fin qe dcirte...si escribes de lujo y siempre lo dire,un beso...