lunes, 17 de enero de 2011

Carta que fueron muchas

Buenas niña,

Es curioso no saber muy bien qué decirte. No es exactamente que no encuentre ideas que quiero que te lleguen, si no que han sido tantas las ideas que no puedo elegir cuál va primero. Además hace tiempo de algunas de ellas y ahora ya no sé si tendrá sentido repetirlas. Ya sabes que te debo una carta hace años. Esa carta ha sido muchas cartas y al final ninguna. Espero que ésta sea de verdad la definitiva, aunque no la última.

Entre las cartas que un día quise escribir estaban las primeras, las que querían decir cosas sencillas las que eran simplemente eres una mujer increíble, gracias por estar a mí lado para que yo pueda verlo, para que pueda apreciarlo y crecer a tu lado. Pero no te confundas, también me encanta estar a tu lado y sentir que creces conmigo, que cada vez eres -somos- más fuertes .

Después hubieron cartas de perdón. Que tampoco envié y pese a lo cual siempre volvimos a estar juntos. No daré en este caso mayor explicación porque no tiene sentido quedarse y estancarse en el dolor y menos en el que ya habíamos olvidado.

Hasta aquí todo normal, pero llegó la vida que siempre nos sorprende y nos complica notablemente las cartas. Llego la época de cartas complejas. Complejas porque de hecho son tan simples que es muy arduo quitar todo lo que no sea lo que ya ha sido. Podarlas como un árbol para dejar únicamente el tronco, del que germinen con fuerza nuevas hojas y ramas y frutos.

Entonces quise escribirte una carta para contarte lo contento que estaba; lo feliz que me hacías. Pero estaba demasiado contento para eso. Para pararme a contarte lo feliz que era. No pude. Sin embargo, tengo una buena excusa estaba ocupado sonriendo y mirándote.

Después -y esta fue la vez que más cerca estuve de acabar la carta, al menos una versión que me gustase- traté de contarte cómo veía el futuro. Trate de escribir todas las dificultades que ibamos a tener, los malos momentos, la rutina, la añoranza la necesidad de una abrazo que no llegaba.... Para hacer un inventario de dificultades. Todo para decirte que lo veo tan fácil. Fácil porque nos tenemos, porque no importa lo difícil que sea, estaremos juntos para superarlo. Y será increible saber que cuando te eche de menos tú estarás pensado en mí, en un abrazo de ambos. No significa nada pero me parece increible. Así de simple, así de fácil. Echarnos de menos, querernos, seguir creciendo juntos y escribiendo cartas que no termino o que no envio. Fácil. Como me dijeron hace tiempo y ya te he dicho alguna vez: mientras te pregunte si me quieres, me digas que sí y yo sienta que es real, todo será. Y será fácil. Quizás los sencillo sea solo una situación complicada junto con la certeza de saber que se va a superar. De que pase lo que pase estaremos juntos.

Trate de escribirte una carta para contarte lo que haría cuando te volviese a ver. Las caricias que te daría y las que repetiría. Te escribiría líneas sobre el tacto de tu piel que más tarde escribiría con mis dedos en tu piel. Te mandaría besos como promesas de besos.

Después quisé escribir sobre el futuro. Sobre cómo veía y nos veía dentro de unos años. Traté de escribir una carta prediciendo nuestros pasos, pero luego, al releerla, me dio miedo que algo se cumpliese y no hubiese sorpresas. Por eso quemé la carta y la olvidé, ahora es solo el recuerdo de que una vez quisé escribir sobre el futuro.

Y ahora, aquí estoy sólo para decirte que hay tantas cosas que quiero decir. Tantas ideas que quiero que te lleguen. O no, o quizás solo sean dos ideas:

Pese a esto, te debo una carta todavía

y me encantó la batalla de bolas de nieve.


Te quiero.
Sé feliz.

Al.

miércoles, 7 de octubre de 2009

La ciencia en España no necesita tijeras



Esta entrada forma modesta parte de la iniciativa "La ciencia en España no necesita tijeras" (http://aldea-irreductible.blogspot.com/2009/10/la-ciencia-en-espana-no-necesita.html). Dicha iniciativa surge en contra del recorte del presupuesto en I+D anunciado. Por ello desde los blogs, twitter y facebook se han unido en esta iniciativa para dar un motivo en contra de dicho recorte.

Mi motivo es simplemente no hacer lo ilógico. No parar de correr en la carrera cuando hay cuesta arriba. Sí se quiere mejorar en un momento de crisis no tiene sentido reforzar un sistema que ha demostrado fallar a costa de recortar un sistema de producción de ideas. Ojala este punto sirva para mejorar el sistema de producción científica, para mejorar la evaluación de la misma, para depurar el sistema y hacerlo más productivo. Sin duda son medidas que se necesitan. La investigación en España debe cambiar, pero recortar la inversión es investigación es ponerse a caminar en medio de la carrera cuando llegas a una cuesta. Sin duda lo peor que se puede hacer para ir a la cabeza.

lunes, 13 de julio de 2009

A tí que eres tú para decirte lo que te dije cuando no eras tú

Buenas niña:
El otro día, mientras vagaba por recuerdos y calles, con la misma desidia en ambos casos, te encontré a la vuelta de una esquina y en uno de los pliegues de mi mente. Pero no eras tú. Era solo una sombra, una chica que quise ver parecida a tu recuerdo. Y le dije hola. Y me miró con la mirada ajena del que no conoce ni entiende; o del que no quiere entender... Y le dije lo siento, me he confundido. Y se fue. Pero yo seguí hablándole -hablándote- aunque se había ido, y le dije -te dije- tantas cosas que cuando terminé pude marcharme y vagar solamente por las calles. Y vagar con las palabras dichas sonando en mis bolsillos, pero sin buscar respuestas. Sin buscar paz. Sin olvido. Sin daño. Solo vagar búscandote aún sabiendo que no puedo encontrarte. Y que aunque un día te encontrase. Aunque un día la sombra a la que hablo, la mujer que recibió mi hola, seas tú... Ni siquiera entonces podré hablarte quizás vague en las palabras y te diga mentiras de poeta. Y cuando te marches -sólo entonces- te diré las cosas que te dije cuando no eras tú. Solamente entonces me mostraré débil: te diré que todavía te necesito, algunas ocasiones. Te diré que conocerte me ha cambiado, aunque ya no estés cuando paseo y vago por las calles, lo recuerdos...

Alejandro

miércoles, 27 de mayo de 2009

A un fantasma del pasado

Buenas:
Seré breve. Son solo unas palabras para compensar el mal trato que te he dado en estos días, después de las molestias que te has tomado para hacer un viaje desde el olvido. Has venido y no he sabido estar. Lo siento mucho. Sé que esperabas atormentarme como en los viejos tiempos. Sé que querías retomar la relación en el mismo punto donde la dejamos hace ya unos años. Y yo, sin embargo, he estado frío, distante, casi sin darme cuenta de que habías llegado del olvido. Hubo momento en que verte así tan diferente, tan pequeño, tan distinto del monstruo colosal e indestructible que yo recordaba, incluso me resultaba triste. Triste por pensar el tiempo que te di, soñando que eras un coloso. Ahora sólo eres un recuerdo borroso, una lección que aprendí. Solo eso. Lo siento pero no tengo más que darte e incluso creo que estas letras son más de lo que mereces.
Mil besos
Espero otra visita dentro de un tiempo aunque haya estado frío.
Porque al final esas visitas te recuerdan pasos que no has de dar.

miércoles, 15 de abril de 2009

De una sonrisa a otra

Avísame si sales a la calle. Si decides que solo con existir es suficiente para salir gritando por los parques. Y por las avenidas. Si esta mañana eres el emblema y bandera de su rostro... De su rostro. En esos días que eres inquebrantable. Cuando nada ni grave, ni malo, ni atroz consiga hacerte creer que los males son infinitos. Y sigas en la cara. Avísame. Avísame que quiero salir en esta cara sin motivo y chillar al mundo por las avenidas. Y los parques. Avísame si sales y ves que estoy durmiendo.

Avísame los días tan oscuros que parecen noches infinitas. Los días que se cierran las persianas y en lugar de existir eres sólo el frío sostén de un cigarrillo. Avísame si estás perdida en humo, que tras la niebla yo sabré encontrarte, aunque sea con tretas y con mapas ajados que una vez sirvieron. Iré aunque sea dando golpes de ciego o entre el laberinto de la tristeza armado sólo con el ovillo de lana de mis tres recuerdos. Avísame o no porque aunque no lo hagas yo estaré mirando los labios, las mejillas esperando paciente a que regreses.

Avísame si llegas de improviso y te vas y regresas y te vuelves a marchar con la promesa de un regreso temprano.

Avísame cuando eres la mueca dulce de quien duerme y sueña que trataré de colarme por tus sueños y ganarme un trocito, un parcela, donde instalar mi reino... Que no defenderé.

Avísame cuando te creas muerta que iré a desmoronarte las certezas.

Avísame siempre que yo te ando buscando y esperando. Que yo estoy porque vives.

Me despido muriendo para convertirme en beso.

frd. tu sonrisa admiradora.

lunes, 16 de marzo de 2009

A la manchega

[...]habrá también que saber soñar
sobre una almohada de piedra.
La Renga

Buenas jefa:
Creo que ya te he contado alguna vez, que cuando camino solo por la calle voy cantando, mientras pienso en todo y nada. La tarde del día en que te fuiste me encontré cantando la canción que escribo al principio del mail. Llevaba cerca de un año sin escucharlos y de repente lo cantaba. Por supuesto esta canción (además de que tiene una letra genial en general) tiene esa frase en particular que me gusta mucho. El año pasado, cuando todo era bastante complicado, me la escribí en un papel y la tenía en el cuarto y, será una estupidez pero creo que me ayudó. Para mí era como decir, da igual todo... Sigue soñando, sigue luchando... La suerte al final es una anécdota, por definición incontrolable. A veces las cosas van bien, a veces no. Suele tener relación con nuestros actos pero no totalmente. Por eso, da igual qué pase y cómo sea lo que te rodea: sueña; lucha.
Ya sabes que siempre dije que tus sueños cambiarían el mundo. No dejes de soñarlos, aunque ahora parezcan más sueños que proyectos. Sigue soñando porque llegará el dia que se hagan de carne.
Por si acaso espero que no olvides que si olvidas tus sueños tienes un rinconcillo donde los tengo guardados. Y que cuando lo requieras desempolvaré los bocetos de esos sueños para recordártelos.
Por mi parte solo decir que estar contigo ha sido lo mejor, que me ha encantado verte genial, pegarte y que me pegues, meterme contigo, hacerte llorar, poder abrazarte de nuevo y verte sonreir.
Mil gracias por todos los regalos que me has traido en este viaje.
Un beso por cada una de las gracias que te doy
Se feliz


Alejandro

Te quiero


P.S. Creo que voy a colgar este mail en mi blog. si te molesta házemlo saber.

martes, 3 de marzo de 2009

A la musa de van Gogh

Querida Rachel:
Ya no sé qué decirte para creas lo que digo. Ya no sé qué palabras usar para poder pasar la barrera que has puesto. Has creado un sistema perfecto en su lógica si crees en las falsedades de la base. Eso, sinceramente, es difícil para la mayoría de nosotros; pero para ti, sin embargo, esas falsedades ya son dogmas. Tienes fe ciega en no ser suficiente para Vincent. Lo ves como un ser magnífico y solo justificas estar a su lado por la suerte. No sirvieron para convencerte sus palabras; las mías; las de muchos; no sirvieron sus regalos; sus cuadros dedicados para ti… Ahora se ha cortado su oreja para dejar de escuchar a su musa decir que no es suficiente, que solo la suerte explica esa pareja.
Te lo diré una vez más. Te lo diré por qué eres lo suficientemente especial como para repetir una vez más que eres especial. Eres increíble no por lo que tienes, no por tu belleza, no por tu inteligencia o por tu sentido del humor… Lo más fabuloso de ti es lo que das: que luchas con todo cuanto tienes para hacer feliz a la otra persona. Así que, por favor, deja de creer en la suerte y entiende, al fin, que si estáis juntos es porque eres tan especial como lo ves a él.
Mil besos
Álex.