lunes, 16 de febrero de 2009

A mis croquetillas

Buenas croquetillas:
Sé que os acabáis de ir y que no podéis volver pero es importante que lo hagáis porque os habéis dejado un montón de cosas: Hay imágenes vuestras en cada cuarto, sonidos de risas que aparecen de forma aleatoria en los cuartos vacíos, olor a tabaco y confesiones, historias escondidas en las grietas, abrazos que se cayeron entre los cojines del sofá y que algunas veces se pegan invisibles a mi cuerpo… No puedo sentarme en el salón sin hablaros, cocinar sin pensar en hacer vuestra ración, encender el termo y no avisar, entrar a vuestros cuartos sin tumbarme en vuestras camas a venderos cuentos pagados con abrazos… Y todo por culpa de lo que os habéis dejado, de siga vuestra esencia en esta casa, de que sigan los ecos de las risas sonando en mi recuerdo… Simplemente por culpa, de que os habéis ido pero seguís aquí; en mí; en estás paredes…
Así que, por favor, venid aquí… Volved a recoger esos olvidos… Que sigo sin saber cómo llorar y reír con un solo recuerdo…
Y de vosotras hay mil…

Os quiero

Alejandro